Semana extraña

Esta semana ha sido un poco extraña en cuanto a entrenamientos se refiere, tenía bastantes ganas de que fuera una semana con buenos entrenamientos después de la semana anterior en la que casi no corrí, pero al final solo he podido ir al gimnasio el lunes y correr un poco el martes, el miércoles cuando salí del trabajo fui a comprar la pila del pulsómetro  que me había fallado el día anterior, pero la verdad es que había un viento fuerte y frio y no apetecía mucho correr, pero me dije tienes que correr aunque no sea todo lo planeado. Cuando llegue al apartamento y cambie la pila al pulsómetro vi que seguía sin funcionar por lo que me desanime y esto fue ya la gota que colmó el vaso del desanimo para que me quedara en el apartamento.

El jueves desde por la mañana estaba con remordimientos y me dije hoy si hay que correr pero esta vez “los astros se alinearon en mi contra” y 5 minutos antes de salir del curro mi jefe va y me pide unas cosas urgentes para la inauguración oficial de la clínica que se iba a hacer al día siguiente, con lo que al final salí del curro cerca de las 10 de la noche y ya sin ganas ningunas de correr, por ganas no tenía ganas ni de prepararme nada para cenar por lo que busque algún lugar abierto donde me dieran una pizza (algo complicado en Puerto del Rosario a esa hora ya que la mayoría de los sitios estaban cerrando o con la cocina cerrada).

Los viernes no puedo correr ya que es el día que vuelvo de Fuerteventura y como es normal se lo dedico a mi novia y a la niña, sabía que el sábado no iba a correr por que nos acostaríamos tarde para ver la final de murgas y por la tarde iríamos a Arico a la feria “Panes del mundo”.

Hoy domingo intentaré salir un poco esta tarde aunque sea, pero no las tengo todas conmigo ya que tengo varias tareas domesticas que hacer antes de irme mañana a Fuerteventura.

La semana que viene “TIENE” que ser más productiva por narices